Cloaca Máxima

“Sólo se puede destruir una gran nación, cuando ella misma se ha destruido interiormente “.

E. Gibbon.

Estamos ante un relato apasionado sobre la historia de Roma, a través de los ojos sabios pero, a la vez, inocentes de Apolonio, un pocero manchego cómo el autor nobel que escribe.

Antonio Sánchez Valdepeñas, por algunos conocido cómo “Marqués de la Mancha“ y nacido en El Toboso, se declara enamorado de la época en la que transcurre esta historia. Con los emperadores como hilo conductor de su relato, desde Augusto hasta Nerón, nos introduce en la cavernosa Cloaca Máxima de Roma, la cual da título a su novela y sirve, a su vez, de monumental metáfora de la cloaca política y vital del imperio.

Apolonio, sacado de su terruño manchego y llevado a Roma, a requerimiento de Augusto, nos ofrece una visión fresca y arrebatadoramente cercana de la vida y costumbres Romanas, así cómo de su propia vida, como si de un viaje de iniciación se tratase. Su misión, mejorar las conducciones residuales de la capital del imperio. La Cloaca Máxima lo engulle y lo transforma, pero sin que Apolonio pierda su esencia, su sentido del deber y de la justicia, siempre con esa mirada irónica y no carente de humor netamente manchego.

Siendo su primera novela histórica, Antonio Sánchez Valdepeñas, “Marqués de la Mancha“, muestra una narrativa directa que nos lleva de la mano por las vidas de su protagonista y de aquellos personajes que va conociendo por el camino y que dejan en él una huella indeleble, como puede dejar en nosotros la lectura de esta imperial novela.